2022 | Dir. Tobias Lindholm | R | 121 mins. | Netflix

The Good Nurse (2022) cautiva desde la primera escena. Con una atmósfera fría, nos muestra a un paciente, dentro de un cuarto de hospital, teniendo complicaciones médicas. Todo el personal acude al llamado de “Charles Cullen” –el enfermero de turno– para hacer lo imposible con tal de salvarlo. Mientras van haciendo todo lo que está a su alcance para lograrlo, “Charles” se aleja y ve la movida de lejitos –desde los bleachers.

¿Qué está haciendo el tipo? ¿Por qué no está participando? Y el juramento que hizo cuando se graduó como enfermero, ¿dónde quedó? ¿Que’s la que hay?

To’ eso nos viene a la mente en una fracción de segundo, y también nos da indicios sobre lo que verdaderamente está pasando.

Tiempo después y en nuevo hospital, conocemos a “Amy”, una chulísima enfermera de Cuidados Intensivos que está haciendo “de tripas, corazones”, ya que trabaja rompiendo noches y es madre soltera. El hospital donde ejerce está corto de presupuesto y personal, pero logran contratar a un enfermero para que le asista en sus rondas nocturnas… Y sí, contratan a ese mismo que se están imaginando. Entre “Amy” y “Charles” surge una sana relación de compañerismo y amistad que trasciende el área laboral. No hay nada que haga a “Amy” sospechar de “Charles”. Le ayuda, es atento, es empático, no hay nada malo ahí. Se empieza a poner dudosa la cosa cuando fallece una de los pacientes de “Amy”, bajo circunstancias medias extrañas y el hospital decide comenzar una investigación interna. Después de eso, ya pueden suponer el resto.

The Good Nurse no evita ser totalmente predecible, como pasa con muchísimas de las historias “basadas en hechos reales”. Se puede ir a cualquier fuente de información, buscar qué pasó y saber cómo acaba todo. Aún así, eso no es impedimento para que sea una muy efectiva película “adulta” que tiene a su favor contar con un dúo protagónico demasiado talentoso. Jessica Chastain (Interstellar, It: Chapter Two) como “Amy” y Eddie Redmayne (Fantastic Beasts, The Danish Girl) como “Charles” dan un 11 de 10 en sus respectivas interpretaciones –siendo este último el más que resalta en el 3er acto de la película.

Haberle dado más momentos de exposición la hubiera lastimado. De por sí, el ritmo de The Good Nurse es uno lentito y metódico, casi como una cirugía médica. De hecho, no era necesario conocer “el origen” de “Charles” con tal de entenderlo. Hay veces que la maldad existe y punto, sin ninguna explicación o sin saber por qué. Pero por cada acción malévola, existe una de bondad y ese rayito de luz que arropó a “Charles” a lo último fue “Amy”. Ella sabía lo que él estaba haciendo, pero demostró que la compasión podía más que la intimidación. Le hizo honor al título de la película en todo momento. A su vez, puso al descubierto el verdadero monstruo detrás de todo: la burocracía y negligencia que hay dentro de los sistemas de salud pública. De esto me hubiera encantado ver más, ya que a causa de ellos, “Charles” nunca “pudo parar”.

The Good Nurse está muy buena. Las actuaciones na’ más valen la pena. No menos importante, no necesitó caer en el morbo para ser relevante ni sensacionalista, como pasa con otras historias similares basadas en este tipo de casos.

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