2023 | Dir. Antoine Fuqua | R | 109 mins. | Sony Pictures

“El hombre… El mito… La leyenda…”

Denzel Washington es un dios entre mortales. Un actorazo sin igual. Fácilmente, uno de los más grandes que ha dado Hollywood. Por más de 40 años, le ha dado prestigio a todo largometraje en el que ha aparecido, sea este uno “del mónton” o uno “pa’ premios”. La versatilidad, talento y carisma que emana este hombre no lo tiene nadie. Por eso, su gusto ha trascendido generaciones y hoy día, es de los pocos nombres en la industria del cine que aún son “su propia marca”; uno que todavía jala a las masas a ver “su nueva película”. Ese piquete de star-power ya apenas se ve.

Desde comienzos de su carrera, entre sus dramas de respeto, ha protagonizado múltiples películas de acción, elevando al status de “memorables” muchas de estas. Sin embargo, creo que casi ninguna de ellas ha calado tan gustosamente en el público como su versión de The Equalizer (2014). Su interpretación como “Robert McCall” se volvió la “fantasía” del espectador promedio, al deleitarse viendo como “un tipo común”, con tanta gracia y personalidad, resultara ser –en adición– un violento vigilante de siete pare’ cojones.

El éxito comercial de The Equalizer llevó a Denzel a hacer algo que no había hecho hasta entonces en su carrera: una secuela. Fue así que The Equalizer 2 (2018) se convirtió en una anomalía dentro de su filmografía. Demostró, además, que la acogida de la original no fue un “accidente”, ya que esta segunda parte volvió a gozar de muy buena ganancia en taquilla. Todo era cuestión de tiempo para que esta franquicia acabara siendo una trilogía y ese “tiempo”, es ahora.

The Equalizer 3 (2023) comienza en Sicilia, en donde “McCall” se encuentra haciendo lo que mejor sabe hacer. Luego de bajar revoluciones y optar por pasar sus últimos días retirado en un pueblito en la costa italiana, es traído de vuelta al juego para defender a sus nuevos amigos –y nuevo estilo de vida– de los horrores que está cometiendo la “Camorra” (mafia) contra ellos.

Si has visto las Equalizers anteriores, ya sabes qué esperar aquí. La trama sigue la misma estructura de sus predecesoras. La diferencia más notable, aparte del bienvenido cambio de localidad, es la baja considerable de su cuota de acción. Aquí vemos a un “Robert” ya entrado en edad, mostrando vulnerabilidad y queriendo enganchar los guantes. Pero, no se dejen engañar. La violencia sigue estando bien presente. Tanto así, que The Equalizer 3 se corona fácilmente como la más sangrienta de la franquicia.

Washington continúa estando y viéndose increíble –y creíble; no mostrando para nada que está rodando casi los 70 años de edad en la vida real. Sigue siendo una amenaza con gracia, donde puede resultar ser la más acogedora compañía tomando té o el más letal a la hora de impartir “justicia”. Es ese balance –y compromiso– dentro de su interpretación donde yace la magia del personaje. Da gusto verlo “haciendo nada” y, a su vez, quedándose con el canto cuando lo requiere. Sólo Denzel puede lograr esto y hacerlo parecer tan fácil.

Mención aparte merece la reunión de él con la actriz Dakota Fanning, a casi 20 años de haber protagonizado una de sus películas de acción más reconocidads (Man On Fire). Aunque la sub-trama que ella lidera no le hace mucha justicia a su personaje, la presencia de “Emma” –y la de Fanning en sí– es una que no disgusta, ya que en nuestras mentes, es una “reunion espiritual” entre ambos luego del bombazo que fue su primer junte. A lo último, cuando sus caminos por fin hilvanan, resulta satisfactorio.

Otro que merece mención (y destaque) es el director Antoine Fuqua (Shooter, Olympus Has Fallen, Southpaw). Esta es su quinta colaboración con Washington y, definitivamente, es una dupleta que lo reta a sacar sus mejores dotes como director. Prueba de eso es la tremenda Training Day (2001) –la cual le valió el Oscar a “Mejor Actor” a Washington–, el criminalmente menospreciado remake de The Magnificent Seven (2016) y la ahora trilogía de The Equalizer (2014-2023). Con Washington comandando, hasta una chiringa sin viento coge vuelo y, de igual forma, los daddy movies de Fuqua resaltan –y se elevan– más del promedio.

En términos generales, The Equalizer 3 es una combinación de violencia y melodrama que apela al demográfico que gusta de las películas de acción que no aspiran más que al entretenimiento del bueno. Para nada que reinventa la rueda, pero lo que hace, lo hace aceptablemente y la consistencia entre todas las Equalizer es palpable.

El trayecto del personaje de “McCall” desde donde lo conocimos hasta donde está ahora se siente totalmente orgánico. Luego de hacer escante en la ferretería (1) y de tirotear en medio de un huracán (2), merece su anhelado “descanso” en Altamonte (3), pero no sin antes dejar claro que sigue siendo, tanto él como quien lo interpreta, el verdadero papá de los pollitos.

One response to ““The Equalizer 3””

  1. Denzel es una bestia ❤️‍🔥

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