2023 | Dir. Michael Chaves | R | 110 mins. | New Line Cinema / Warner Bros. Pictures

Yo no soy fan de The Nun (2018). El spin-off original del popular ente maligno es una película bastante malita. Fue pura decepción. Sacando aparte su elenco –que hizo de tripas, corazones– fueron 96 tediosos minutos que desperdiciaron grandemente el potencial de la propuesta. La pobre ejecución/dirección de una trama sin coherencia desaprovechó por completo la escalofriante ambientación gótica dentro de una abadía rumana y ni hablar del mal “uso” que le dieron al demonio “Valak”.

“La Monja” merecía más en su debut en solitario. No por na’ se robó el show en The Conjuring 2 (2016). Bonnie Aarons (The Princess Diaries), con puro maquillaje, se ve como salida del mismo infierno. Su imagen es sumamente terrorífica. Por eso es tan memorable dentro de la franquicia.

Con to’ y lo mojona que fue, The Nun se convirtió en la película más taquillera de este “universo” de terror, creado por James Wan (Saw, Insidious). Eso, aseguró que una segunda parte fuera una realidad, pero, ¿valdría la pena volver a darle el break?

Me arriesgué a hacerlo y les adelanto la versión corta de la respuesta: .

The Nun II (2023), la novena entrega dentro del “Conjuring Universe“, comienza cuatro años después de los eventos de la primera parte (1956). Nuevamente, la Hermana “Irene” debe enfrentarse a “La Monja” (“Valak”), quien — a través de “Maurice”– se encuentra asechando un internado de señoritas en Francia, en búsqueda de cómo desatar toda su maldad.

Desde el principio, es evidente la mejora que hay entre The Nun y The Nun II. La película empieza re-introduciendo al personaje titular con una efectiva secuencia que determinará la atmósfera que va a dominar cada vez que “La Monja” está en pantalla. El miedo a base del dogma católico de siglos pasados es uno que siempre resulta cautivante si es ejecutado funcionalmente y para mi sorpresa, The Nun II –a diferencia de su predecesora–, logra sacarle provecho a esto. Con una historia mucho más cohesiva, que ejecuta acertadamente los elementos reciclados de la original (época, localidades, entorno y plot points), The Nun II funciona como un remix de la “o-g”. Sólo que esta vez, sí dan ganas de saber qué es lo que está pasando en pantalla.

Akela Cooper (Malignant, M3GAN) se estrena como escritora dentro del “Universo Conjuring“, pero –definitivamente– hizo muy bien su asignación detrás del lápiz. Su story treatment trae consigo suspenso, desarrollo y hasta un levísimo toque de humor, ayudando a que esta secuela tenga algo de identidad. Aparte a eso, añade a la ecuación un elemento que siempre funciona en películas de este género: niños. Siendo en este caso, las estudiantes del colegio donde “La Monja” está haciendo escante.

Entre las nuevas adiciones al elenco, Katelyn Rose Downey (The Princess) como “Sophie”, una de las estudiantes dentro del colegio, es quien más resalta. La rookie actriz logra transmitir convincentemente en sus escenas la ternura y el temor que son requeridos en papeles de su tipo. A su vez, Storm Reid (Missing) como la Hermana “Debra” es otro personaje que se añade en esta segunda vuelta y no disgusta para nada. La crisis de fe que está atravesando su personaje es la contraparte ideal para complementase con todo lo que ha vivido –y le toca seguir viviendo– a la Hermana “Irene”; la verdadera MVP. Taissa Farmiga (American Horror Story), quien en la vida real es hermana de Vera Farmiga (protagonista de la trilogía de The Conjuring), da la mejor actuación de la película. Taissa logra incorporar nuevos matices a su personaje, resaltando así su interpretación. Desde mostrarse vulnerable cuando le toca o ser una guerrera bendecida peleando contra fuerzas malévolas, prueba que el talento corre en la familia y que el “Universo Conjuring” lo cargan las actuaciones femeninas.

Por otro lado, Jonas Bloquet (The Nun) como “Maurice” (“Frenchie”) parece otra versión de su mismo personaje. Contrario a su interpretación en la original, aquí logra tener personalidad. Aunque ya sabemos hacía dónde se dirige su fatídico final (The Conjuring), da gusto ver que “Frenchie”, al menos, tuvo momentos de tranquilidad.

No menos importante, el mayor acierto aparte del cambio de guionistas/escritores, ocurre en la silla del director. Michael Chaves (The Conjuring: The Devil Made Me Do It), easy, le da como 10 patás a lo que hizo Corin Hardy con la original. Al ser ésta la segunda película dentro de la franquicia que tiene a cargo, Chaves se percibe como pez en el agua. Los jump scares y el “corre y corre” que genera en pantalla van desde lo eficiente hasta lo tenebroso, demostrando así su progreso. El tercer acto es purita prueba de ello.

Así que, en resumidas cuentas, The Nun II es una digna entrega al “Conjuring Universe“. Se deja ver y logra capturar la atención del espectador. Quizás no se pasea entre las mejores (The Conjuring, The Conjuring 2, Annabelle: Creation), pero tampoco peca de guayar el fondo (como su predecesora y Annabelle). Está en un apropiado happy-medium junto a Annabelle Comes Home (2019). Sin dudas, el equipo delante y detrás de cámaras de esta entrega consiguió generar emociones más allá de los espantos y lo sobrenatural. No menos importante, aportaron a que se mantenga vigente el interés en una franquicia que –a pesar de haber tenido sus tropiezos– no deja de cumplir con asustar y entretener.

Con The Nun II, está todo cada vez más conectado y relacionado. Así que, pendientes a cada detalle y, también, quédense hasta mitad de créditos. Al parecer, los “últimos ritos” prometen.

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